Vamos a un viaje de descubrimiento para averiguar cómo se hace la mantequilla, usando solamente ingredientes naturales para el auténtico sabor mantecoso inequívoco.

Un sabor de Nueva Zelanda

• Todo empieza con una mezcla de sol, tierra y agua para darnos rico pasto neozelandés abundante. Es lo que comen nuestras vacas la mayoría del año, gracias al clima templado de Nueva Zelanda.
• El paso contiene nutrición esencial para las vacas, ayudándoles a producir una leche de alta calidad. El pasto está rico en un nutriente llamado betacaroteno, el cual provee a la mantequilla neozelandesa ese color dorado natural. En comparación, la mantequilla de vacas alimentadas principalmente con granos tiende a tener una apariencia pálida y blanquecina.

El proceso de fabricación de la mantequilla

• Después de recoger la leche del rancho, el siguiente paso es separar la crema de la leche. La crema contiene grasa láctea y le da a la mantequilla ese rico sabor natural.
• Una vez que separe la crema de la mantequilla, luego se pasteuriza. El proceso de fabricación tradicional de la mantequilla comienza con batir continuamente la crema, el cual a su vez separa la grasa láctea sólida del suero de leche líquido. ¡Verás esta separación si sobre bates la crema en casa!
• Luego amasa la grasa láctea sólida para crear una textura uniformemente – a este punto el producto se convierte en mantequilla, a la cual puede echar sal, si es necesario, para darle el sabor deseado.
• Por mientras, puedes usar el suero de leche para hacer otros productos – ¡es un buen ingrediente para hacer panqueques!
• Empaqueta la mantequilla y la prueba para asegurar de que cumpla con los estrictos estándares de calidad antes de mandarla a las tiendas, lista para que la disfrutes.