¿Es buena o mala la grasa láctea para ti?
Se recomiendan los productos lácteos por expertos como parte de una dieta saludable porque aportan nutrientes esenciales para una buena salud.
Ellos naturalmente contienen grasas, incluyendo grasa saturada, la cual han sugerido que aumenta el riesgo de enfermedad de corazón. Como consecuencia, el consejo durante décadas ha sido limitar la grasa saturada de todas las fuentes de los alimentos y preferentemente elegir los productos lácteos bajos en grasa. Aun así, reciente evidencia propone que la mala fama de los lácteos enteros puede ser injustificada.
Las grasas lácteas aportan algunos beneficios. Por ejemplo, algunos productos lácteos asisten a transportar vitaminas liposolubles, incluyendo la vitamina A – un nutriente esencial importante para la visión, la función inmunológica y el crecimiento celular.
¿Por qué es importante la grasa?
La grasa desempeña un papel importante en tu dieta en aportar la energía y los elementos constituyentes esenciales para las células en el cuerpo. También transporta y ayuda a absorber las vitaminas liposolubles A, D, E y K.
Las grasas incluyen una gran variedad de componentes lípidos y muchas veces se dividen entre grasas insaturadas y grasas saturadas. Las grasas insaturadas han sido asociadas con el riesgo reducido de enfermedad cardiovascular, mientras tanto han sugerido que las grasas saturadas aumentan el riesgo. Aunque últimamente han debatido altamente entre los expertos sobre esta postura, incluso algunos cuestionan la relación entre la grasa saturada y la enfermedad cardiovascular.
¿Sabías que el lácteo es una fuente natural de grasa?
Naturalmente la leche está compuesta de alrededor de un 4% de grasa, la cual hasta aproximadamente de un tercio es grasa insaturada y la demás es saturada. El contenido en grasa varía entre productos lácteos, con algunos productos como la crema, la mantequilla y el queso, los cuales son fuentes de grasa láctea más concentradas.
Por muchos años, la leche entera y los alimentos altos en grasa tal como el queso se veían como algo que se necesita disminuir debido a su contenido en grasa saturada. Pero han cuestionado por expertos internacionales que la perspectiva con respecto a los lácteos enteros es que son malos para el corazón, incluso algunos piden que las pautas dietéticas ya no concentren en los productos lácteos bajos en grasa.
¿Cómo afectan los lácteos enteros al corazón?
Evidencia reciente sugiere que el consumo de lácteos, incluyendo los lácteos enteros, no aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular en la población en general. Incluso el queso, que es alto en grasa, no está asociado con un riesgo más alto de enfermedad de corazón o apoplejía.
Algunos expertos ya creen que fue muy fácil en proponer que los lácteos enteros son malos para la salud cardiovascular porque contienen grasa saturada. Se reconoce cada vez más que la matriz alimentaria total, incluyendo otros nutrientes, influye como el alimento afecta a la salud cardiovascular. La leche y los productos lácteos aportan un paquete de nutrientes, y el afecto que tienen los productos lácteos a la salud cardiovascular influiría por todos los nutrientes presentes y no simplemente por el contenido en grasa. Entonces, en lugar de fijarse en un solo nutriente, es importante fijarse en el afecto de un alimento entero. Y ahora queda claro que los productos lácteos como la leche, el queso y el yogur parecen que no tienen impacto negativo en la salud cardiovascular. Es importante recordar que, aunque la gente con antecedentes de enfermedad del corazón debe consultar a un profesional médico para consejos dietéticos sobre sus necesidades específicas.
La mantequilla es buena para ti – pero en moderación
Algunos productos lácteos altos en grasa como la mantequilla y la crema no se los recomienda como uno de tus dos o tres porciones de lácteos al día porque son altos en grasa, mientras aportan poca nutrición láctea. Se les usa para cocinar y hornear o para una rica pasta para untar al pan, proveen un sabor único, lo cual es difícil duplicar con otros productos sustituidos.
En particular, han rechazado la mantequilla por las pautas dietéticas debido a su contenido en grasa saturada. Pero evidencia sugiere que hasta 14 g. de mantequilla al día (aproximadamente 1 cucharada) no lo relaciona con un riesgo más alto de enfermedad, sugiriendo que un poquito puede ser parte de una dieta saludable y balanceada para la población en general. Una dieta balanceada incluye principalmente frutas y verduras, también trigo integral, lácteos y otras fuentes de proteína, y también fuentes de grasas insaturadas tal como aceites de plantas, nueces y aguacates, porque apoyan a la salud del corazón.
Mantequilla – natural y deliciosa
La mantequilla está hecha de ingredientes naturales: crema fresca separada de la leche de vaca y a veces sal. Eso es todo. Esto hace a la mantequilla una buena opción para aquellos que quieren un producto natural. La mantequilla neozelandesa es famosa por su color dorado. Es porque las vacas neozelandesas pastan en pasturas frescas, que aumenta el contenido en betacaroteno en la grasa de la leche en comparación con las vacas alimentadas predominantemente con granos.
En conclusión, la evidencia sugiere que, para la mayoría de nosotros, los productos lácteos incluyendo variedades con toda la grasa, pueden ser parte de una dieta saludable para el corazón. Los productos lácteos como la leche, el queso y el yogur están llenos de nutrientes esenciales y consumir dos o tres porciones de lácteos al día aporta una buena salud. Incluso se puede consumir la mantequilla en una dieta saludable y balanceada, solo asegúrate de hacerlo en moderación.