Como sabemos, la buena alimentación es importante para un cuerpo saludable y para ayudarnos a llevar una vida activa y plena.

Pero,  ¿Alguna vez has pensado si tú y tu familia tienen necesidades nutricionales distintas?

Aunque es verdad que nuestras necesidades cambian a lo largo de nuestras vidas, las buenas noticias son que la mejor manera de recibir la nutrición que necesitas, a cualquier edad, es disfrutando una variedad de alimentos y bebidas nutritivas, tal como frutas, verduras, lácteos, trigo integral y legumbres.

Infancia

Durante los primeros años de vida, el cuerpo necesita nutrientes esenciales para asegurar que todo el organismo crezca y se desarrolle de una forma adecuada, tanto en la parte física como mental. Las necesidades energéticas son altas para apoyar el crecimiento rápido, lo cual ocurre a esa edad. También la infancia es una época de aprender y experimentar con nuevos alimentos, a través de texturas, sabores y olores diferentes. Estas experiencias son muy importantes para ayudar a formar hábitos alimenticios saludables de por vida.

Una dieta variada es importante para ayudar a los niños a conseguir los nutrientes esenciales que necesitan todos los días mientras crecen. Los nutrientes claves para el crecimiento de los niños incluyen proteína de alta calidad, la cual aporta los elementos fundamentales para ayudarlos a lograr su potencial de crecimiento; también calcio y vitamina D para ayudar a mantener fuertes los huesos. Para asegurar que los niños aprovechen el día, la vitamina A es importante para el sistema inmunológico y también el soporte de zinc y hierro para tener un mejor desempeño mental, lo cual les permitirá aprender en la escuela.

El apetito caprichoso puede ser un problema para algunos niños, pero un par de consejos simples pueden ayudar: intenta involucrar a tus niños en las compras y la preparación de la comida, si a la hora de la comida se pone difícil, ofreceles botanas nutritivas para hacer que la hora de comer sea una buena experiencia. Si no comen la comida, retírala para evitar que se concentren en ella en un argumento.

Adolescencia

Los años de adolescencia pueden ser desafiantes…y no solo para los adultos. Hay cambios físicos y emocionales significativos alrededor de la pubertad. Además de madurar sexualmente, aumenta el ritmo de crecimiento de los músculos y el fortalecimiento de los huesos fuertes. El mayor aumento de masa ósea ocurre  después de la pubertad, es por eso que la adolescencia provee una oportunidad critica para fortalecer huesos en el futuro. Por esta razón, es muy importante asegurar que los huesos obtengan los nutrientes que necesitan a esa edad, especialmente el calcio.

Los productos lácteos como la leche, el queso y el yogur son bien conocidos como una fuente rica de calcio, pero ¿sabías que también contienen otros nutrientes como proteína de alta calidad y fósforo, los cuales son esenciales para los huesos? También algunos productos lácteos están enriquecidos con vitamina D, un nutriente que ayuda con la absorción de calcio, por ejemplo la mantequilla.

Además de pensar en nutrientes esenciales para los huesos, también para las chicas adolescentes en particular, es importante incluir en la dieta alimentos ricos en hierro tal como carne roja, pollo, mejillones, espinaca, tofu y frijoles una vez que comience la pubertad.

También la adolescencia es una época de aumentar la independencia y autonomía de la comida. Desafortunadamente si se les deja actuar por su cuenta, a menudo los adolescentes eligen comida chatarra y bebidas azucaradas vs las opciones más nutritivas como la leche. Cuando sea posible, anima que tomen agua y leche regular como su mejor opción de bebida y utiliza botanas saludables para combatir el hambre entre comidas ( ¡esconde más nutrición donde puedas!). Opciones de desayunos nutritivos listos para llevar como licuados de frutas, tostadas integrales pueden ser útiles para los adolescentes que son demasiados inquietos para sentarse a tomar un desayuno en la mesa.

Edad adulta

Después de todos los años de crecimiento, desarrollo y cambio, la edad adulta se trata de mantener el cuerpo sano, lo cual hemos dedicado muchos años en construir. Una buena nutrición con suficiente proteína, calcio, vitamina D y fósforo es importante para ayudar a mantener los huesos y los músculos sanos – ambos tienden a decrecer naturalmente al envejecer. Vitaminas B y hierro ayudan a mantenernos activos y llenos de energía mientras llevamos nuestra rutina diaria.

Enfocarte en alimentos ricos en nutrientes más que en botanas ricas en calorías contribuirá a darte todos los nutrientes necesarios para sentirte bien y mantenerte sano, ayudando a mantener un peso ideal y reducir el riesgo de enfermedades como diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón.

Embarazo y lactancia materna

El embarazo y la lactancia materna tienen sus propias necesidades nutritivas especiales porque la necesidad de algunos nutrientes aumenta para apoyar al feto en crecimiento, así como la mamá.

Algunos nutrientes son particularmente importantes durante el embarazo. Obtener bastante hierro puede ayudar a reducir la fatiga, el ácido fólico es importante para los primeros tres meses de embarazo para el desarrollo sano del cerebro y médula espinal del bebé. Mientras tanta la vitamina A, es esencial durante el embarazo, sin embargo es importante no absorber demasiado ya que niveles muy altos de vitamina A pueden aumentar el riesgo de anomalías congénitas. Debido a los potenciales requisitos únicos y las preocupaciones de seguridad durante el embarazo, es importante consultar con un profesional para consejos expertos en nutrición.

Aunque el viejo refrán de ‘comer por dos’ no es una licencia para comer doble las porciones, las necesidades energéticas son más altas en los segundos y terceros trimestres y durante la lactancia materna. Para ayudar a aportar la nutrición extra que se necesita para la mamá y el bebé, las calorías adicionales deben venir de alimentos ricos en nutrientes como los lácteos, fuentes de proteína desgrasada, frutas, verduras y trigo integral.

Mayor de edad

Naturalmente, las preocupaciones acerca de la salud tienen un papel en la tercera edad. Es importante continuar con una dieta variada y balanceada y estar activos para ayudar a mantenernos sanos y preservar la calidad de vida. Mientras envejecemos, puede que comamos menos que antes por una serie de razones tal como el apetito reducido, medicamentos o problemas dentales. En ese caso, comiendo ‘poco y a menudo’ puede ser una manera efectiva para conseguir suficientes nutrientes esenciales, especialmente la proteína, el calcio y la vitamina D para la movilidad y ácido fólico y vitamina B12 para apoyar una mente activa.

Entonces, mientras que nuestras necesidades nutricionales cambian a lo largo de la vida, hay principios claves, los cuales son importantes para todos. Disfrutando una variedad de alimentos y bebidas y eligiendo opciones nutritivas como leche, queso, yogur, mantequilla, frutas, verduras, carnes desgrasadas, mariscos, legumbres y nueces es la mejor manera para obtener los nutrientes esenciales necesarios para el crecimiento y el desempeño mental y físico.

Naturalmente los productos lácteos como la leche, el queso, la mantequilla y el yogur contienen una variedad de nutrientes esenciales incluyendo proteína de alta calidad, calcio, vitaminas B, fósforo y potasio – una gran parte de una dieta variada para la salud óptima sin importar la edad.