Cuidar de tu mantequilla
Mantener tu mantequilla en una condición óptima asegurará que dure, y puedes disfrutar del delicioso sabor fresco por más tiempo.
Cuidados de la mantequilla
Guardar tu mantequilla en un contenedor provee la mejor protección de la luz UV, del aire y de la pérdida de humedad. Tener la mantequilla en un contenedor especial o muy bien cerrada en su empaque orginal, ayudará a mantenerla más fresca.
Puedes congelar mantequilla hasta la fecha de caducidad del paquete. La mantequilla salada puede durar hasta 8 a 10 meses en el congelador.
A veces la mantequilla puede descongelarse con una capa externa delgada donde la mantequilla se ve más oscura, conocida como "primrosing". Es debido a una falta de humedad, no a la oxidación (cuando la mantequilla está expuesta al aire y la hace que se ponga rancia), así que no te preocupes.
Si necesitas, puedes recongelar la mantequilla, pero para mantener el mejor sabor, es mejor evitarlo.
Cuándo la mantequilla se echa a perder
Cuando la mantequilla se pone rancia, una enzima llamada lipasa ha descompuesto al glicerol y el ácido graso. A este punto se ha echado a perder y ya no la puedes usar.
Es muy fácil darte cuenta si tu mantequilla se volvió rancia. Primero, revisa si existe decoloración en la superficie. Luego revisa si tiene un sabor ácido.
Si tiene un olor o sabor ácido significa que está podrida y no la debes usar.
Primrosing
Si te das cuenta de que hay una capa externa delgada en tu mantequilla que se ve más oscura, no es nada para preocuparte. Esto se llama ‘primrosing’, no oxidación, y tu mantequilla sigue en buen estado. Primrosing ocurre debido a una falta de humedad, la cual sucede a menudo en refrigeradores modernos con una función de control de humedad.
Guardar tu mantequilla correctamente
La mantequilla es mejor guardarla hermética, a una temperatura fresca, idealmente bajo de 9°C. Si la guardas inmediatamente, la mantequilla mantendrá su calidad y durará por más tiempo